El
monstruo de Guarenas fue el apodo dado a Hugo Marcelo Sanchez Rujano;
quien abusó sexualmente y asesinó a puñaladas a la niña Tibisay
Mijares (7) en la Urbanización Menca de Leoni Guarenas, en Febrero
de 1977.
El
día 5 de Febrero de 1977, la niña Tibisay mijares se dirigió a la
localidad de Guarenas junto con sus padres porque habían sido
invitados a una fiesta de cumpleaños, la fiesta transcurrió con
total normalidad la niña jugaba con otros pequeños en el pasillo
del piso 3, bloque 43.
Al
llegar la media noche los dueños del apartamento invitan a
todos los presente a cantar el cumple años, todos se colocan
alrededor de la mesa donde estaba la torta todos menos la pequeña
María Tibisay, la madre al notar la ausencia de la niña alerta al
padre y acompañada por la dueña del apartamento comienzan la
búsqueda por los pasillos apartamentos, los aistentes a la
fiesta en su mayoría vecinos al ver que la niña no aparece se unen
en en la búsqueda que se prolongó hasta el amanecer siendo
infructuosa.
A
las nueve de la mañana el conserje del bloque (51) de Menca de
Leoni se dispone a cambiar los pipotes de la basura cuando nota una
bolsa amarilla recostada de la puerta de entrada del depósito de la
basura. Pensando que habían dejado desperdicios pegado a la puerta,
la agarra para que no se caiga al abrir la puerta y es cuando nota
que la bolsa esta manchada de algo que parece “sangre” y puede
ver también unos cabellos, decide dar parte a la policia. Cuando
llega la policía abren la bolsa y descubren el cuerpo de la pequeña
Tibisay envuelto en un plástico de tintorería.
Los
sabuesos de la policía utilizaron como primera pista el plástico de
una conocida tintorería ubicada en el Centro Comercial chacaito,
tenían que investigar que residente de Guarenas llevaba su ropa a la
misma, dando la casualidad que un ex policía (Sanchez Rujano)
residente del bloque 43 vecino del apartamento donde se realizó la
fiesta, aparecia como cliente de dicho establecimiento. La policia al
allanar el apartamento del sospechoso encontraron que toda su ropa
estaba guardada dentro de la bolsa de tintoreria pero casualmente
faltaba una, en el baño del apartamento dio positivo las pruebas de
luminol encontrandose sangre y huellas de la niña, por lo que al
criminal no le quedó mas remedio que confesar el crimen.
El
asesino confeso que se retiró de la fiesta a media noche y encontro
a la pequeña en el pasillo, la condujo a su apartamento ofreciendole
dulces donde procedio a ultrajarla y la mató a puñaladas, luego se
unió a los vecinos dismulando que ayudaba a buscar la niña
desaparecida, abandonando el cadaver a las 4 de la mañana en el
basurero del bloque 51.
Fuente consultada: Asesinatos que conmovieron a Venezuela coleccion de libros de el nacional